Todos enfrentamos momentos de debilidad, desafíos y pruebas que parecen superar nuestras fuerzas. Sin embargo, Dios nos recuerda que Su gracia es suficiente y que Su poder se perfecciona en nuestra debilidad. En este bosquejo, veremos cómo la gracia de Dios nos sostiene, nos fortalece y nos transforma.
I. La Gracia de Dios Nos Sostiene "Bástate mi gracia..."
La gracia de Dios es el favor inmerecido que nos sostiene en tiempos de dificultad Efesios 2:8-9.
En medio de pruebas, podemos confiar en que Dios proveerá lo que necesitamos Filipenses 4:19.
Su gracia nos da paz y seguridad, aun cuando no entendemos el propósito del sufrimiento 2 Tesalonicenses 2:16-17.
II. El Poder de Dios Se Perfecciona en Nuestra Debilidad "Porque mi poder se perfecciona en la debilidad."
Dios usa nuestra debilidad para manifestar Su gloria 1 Corintios 1:2.
Cuando reconocemos nuestras limitaciones, dependemos más de Él Salmo 73:26.
Pablo aprendió que su debilidad era una oportunidad para que Dios mostrara Su poder Filipenses 4:13.
III. Podemos Gloriarnos en la Debilidad "Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo."
La actitud correcta ante la debilidad es la confianza en Cristo Romanos 5:3-5.
Al gloriarnos en nuestras limitaciones, demostramos que dependemos de Dios y no de nuestras fuerzas Gálatas 2:20.
La gracia nos lleva a experimentar el poder de Cristo obrando en nosotros Isaías 40:29-31.
Conclusión:
Dios no nos llama a evitar la debilidad, sino a encontrar en ella Su gracia y poder. No importa cuán grande sea la prueba, Su gracia es suficiente. ¿En qué área de tu vida necesitas confiar más en la gracia de Dios hoy? Entrega tus cargas a Él y permite que Su poder repose sobre ti.