Introducción
En este versículo, Jesús nos advierte que enfrentaremos dificultades en el mundo, pero nos deja una promesa: Su paz y victoria. Como creyentes, debemos aprender a vivir en esta verdad, confiando en Él a pesar de las adversidades.
I. La realidad de la aflicción en el mundo "En el mundo tendréis aflicción..."
1. La aflicción es parte de la vida cristiana 1 Pedro 4:12-13: “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido... antes bien, gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo.”
2. El enemigo busca desanimarnos Efesios 6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades...”
3. Dios usa la aflicción para nuestro crecimiento Romanos 5:3-4: “Nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia...”
II. La confianza en Cristo en medio de la tribulación "Pero confiad..."
1. Jesús nos da razones para confiar Isaías 41:10: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios...”
2. La oración y la fe nos fortalecen Filipenses 4:6-7: “Por nada estéis afanosos... y la paz de Dios... guardará vuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús.”
3. Su presencia nos sostiene Mateo 28:20: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”
1. Cristo venció el pecado y la muerte 1 Corintios 15:57: “Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.”
2. Nuestra victoria está asegurada en Él Romanos 8:37: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”
3. El final de la aflicción llegará Apocalipsis 21:4: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos, y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto...”
Conclusión
Jesús no nos prometió una vida sin dificultades, pero sí nos garantizó Su paz y victoria. Aunque enfrentemos pruebas, debemos recordar que nuestra confianza está en Aquel que ya ha vencido. En Cristo, podemos tener paz en medio de la tormenta y esperanza en la adversidad. ¿Estás enfrentando aflicciones hoy? No te desanimes, confía en Jesús, porque Él ha vencido y en Él también somos más que vencedores.