I. Resucitados con Cristo
1. Nuestra antigua condición Antes de conocer a Cristo, estábamos espiritualmente muertos. Efesios 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados. Colosenses 2:13 Y a vosotros, estando muertos en pecados... os dio vida juntamente con él.
2. La obra de Dios en nuestra vida hemos sido resucitados con Cristo por su gracia. Romanos 6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos... así también nosotros andemos en vida nueva.
II. Sentados en Lugares Celestiales
1. Nuestra nueva posición en Cristo No solo hemos sido resucitados, sino también exaltados con Él. Filipenses 3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador. Colosenses 3:1-2 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba.
2. Autoridad y victoria en Cristo Al estar sentados con Él, compartimos su victoria y autoridad. Lucas 10:19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones. Efesios 1:20-21 (Dios) le levantó de los muertos, y le hizo sentar a su diestra en los lugares celestiales.
1. No volver a la esclavitud del pecado Romanos 6:11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús. Gálatas 5:1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres.
2. Reflejando nuestra nueva identidad en el mundo Mateo 5:14 Vosotros sois la luz del mundo. 2 Corintios 5:20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo.
Conclusión
Hemos sido resucitados y sentados con Cristo en los lugares celestiales. Esto nos da una nueva identidad, autoridad y propósito. Vivamos con la seguridad de que no pertenecemos a este mundo, sino que estamos llamados a reflejar la gloria de Dios desde nuestra posición en Cristo.