Introducción:
En un mundo lleno de afanes, cargas y preocupaciones, Dios nos ofrece una invitación poderosa: confiarle nuestras cargas. El salmista nos recuerda que no estamos solos en medio de la angustia. Este pasaje es un llamado a descansar en la fidelidad del Señor.
1. Dios invita a entregar nuestras cargas “Echa sobre Jehová tu carga…”
Dios no nos pide cargar solos nuestras luchas.
1 Pedro 5:7 “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”
La entrega de la carga es un acto de fe y humildad.
2. Dios promete sostenernos “…y él te sustentará…”
No solo toma nuestra carga, sino que nos da fuerzas en medio del proceso.
Isaías 46:4 “Hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré…”
El sustento de Dios es constante y personal.
El justo puede caer, pero no será desechado.
Salmos 37:24 “Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano.”
Hay esperanza y restauración para el que confía en Dios.
4. La confianza en Dios reemplaza el temor
Cuando confiamos nuestras cargas al Señor, el miedo pierde su fuerza.
Filipenses 4:6-7 “Por nada estéis afanosos… Y la paz de Dios… guardará vuestros corazones.”
La paz es el fruto de una fe que descansa en el poder de Dios.
Conclusión:
Salmos 55:22 no es solo una promesa, es una invitación a vivir confiando plenamente en el Señor. Él recibe nuestras cargas, nos da fuerza, nos levanta y nos llena de paz. No importa cuán pesadas sean las cargas: si las dejamos en Sus manos, Él se encargará. Hoy, decide soltar aquello que te agobia y confiar en que Dios te sostendrá. No estás solo: Él va contigo.