Introducción
Génesis 6 describe un tiempo de gran corrupción en la humanidad, pero también revela la gracia de Dios y su fidelidad hacia los que le buscan. A través de la historia de Noé, aprendemos principios clave sobre la justicia divina, la gracia y la obediencia.
I. La Corrupción de la Humanidad y el Juicio de Dios Génesis 6:5-7
La maldad de los hombres había aumentado en gran manera.
Dios vio que todo pensamiento del corazón humano era continuo al mal.
Como juez justo, Dios determinó destruir la tierra con un diluvio Romanos 6:23.
Esto nos recuerda que el pecado tiene consecuencias y que Dios no ignora la maldad Salmos 5:4-5.
II. La Gracia de Dios y la Elección de Noé Génesis 6:8-9.
En medio de la maldad, Noé halló gracia ante los ojos del Señor.
Noé era un hombre justo y caminaba con Dios Hebreos 11:7.
Esto nos enseña que Dios siempre tiene un remanente fiel y que su gracia está disponible para quienes le buscan Efesios 2:8-9.
Dios le dio instrucciones específicas a Noé para construir el arca.
Noé obedeció en todo lo que Dios le mandó, sin cuestionar Hebreos 11:7.
Su obediencia resultó en la salvación de su familia, mostrando que la fe verdadera se demuestra en acciones Santiago 2:17.
Conclusión
La historia de Noé nos enseña que, aunque el mundo esté lleno de pecado, Dios sigue ofreciendo su gracia a los que caminan con Él. Su juicio es real, pero también lo es su misericordia. Hoy, así como Noé fue salvo por la obediencia y la fe, podemos encontrar salvación en Cristo, quien es nuestro refugio y salvación (Juan 3:16). ¡Que el ejemplo de Noé nos motive a vivir en obediencia y fe en medio de cualquier circunstancia!