Introducción
La historia de Agar en Génesis 16 nos muestra que Dios es un Dios que ve nuestras aflicciones, escucha nuestro clamor y tiene propósitos más grandes de lo que imaginamos. En medio del sufrimiento, Él nos encuentra y nos da dirección.
I. Dios ve nuestro sufrimiento
- Agar era una sierva despreciada y maltratada Génesis 16:6, pero Dios no ignoró su dolor.
- Dios conoce nuestras angustias y no nos deja solos. Salmo 34:18: "Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.
- Aunque otros nos rechacen o nos menosprecien, Dios siempre nos ve y se interesa en nosotros.
II. Dios nos encuentra en nuestro desierto
- Agar huyó al desierto, pero allí Dios la encontró Génesis 16:7.
- No importa cuán lejos creamos estar, Dios nos busca. Salmo 139:7-10: ¿A dónde me iré de tu Espíritu?
- Dios no solo nos encuentra, sino que también nos habla y nos da dirección.
- Dios le dio a Agar una promesa sobre su hijo Ismael y un futuro Génesis 16:10-12.
- Dios transforma nuestras crisis en oportunidades para mostrar su poder. Jeremías 29:11: Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal.
- Cuando confiamos en Dios, podemos ver más allá del sufrimiento y descansar en su plan.
Conclusión
Dios no es indiferente a nuestras lágrimas ni a nuestro sufrimiento. Como Agar, podemos reconocerlo como El-Roi, "el Dios que me ve" Génesis 16:13. En cada prueba, Él nos ve, nos encuentra y nos guía hacia su propósito. Confía en que Él tiene un plan perfecto para tu vida.