Génesis 15
Introducción
Génesis 15 nos muestra un momento clave en la vida de Abraham, donde Dios reafirma su pacto con él. A pesar de las dudas humanas, Dios confirma su fidelidad. Este capítulo nos enseña que nuestra confianza debe estar en las promesas divinas, aunque no veamos su cumplimiento inmediato.
I. La Promesa de Dios y la Fe del Creyente
Génesis 15:1-6 Dios le promete a Abraham una descendencia numerosa, aunque él aún no tenía hijos.
Romanos 4:20-21 Abraham no dudó de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en la fe.
Hebreos 11:1 La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Dios nos llama a creer en su palabra, aun cuando las circunstancias parezcan imposibles.
II. El Pacto Confirmado por Dios
Génesis 15:7-11 Dios confirma su pacto con Abraham a través de un sacrificio.
Jeremías 32:40 Dios hace pactos eternos con su pueblo, asegurando su fidelidad.
Hebreos 6:13-14 Dios juró por sí mismo cumplir lo prometido a Abraham.
Cuando Dios hace un pacto, Él mismo lo garantiza. Su fidelidad no depende de nosotros, sino de su propia naturaleza.
Génesis 15:12-21 Dios le revela a Abraham que su descendencia pasará por dificultades antes de heredar la tierra prometida.
2 Corintios 1:20 Todas las promesas de Dios son en Cristo “sí” y “amén”.
Salmos 27:14 Espera en Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón.
Aun cuando el cumplimiento tarde, Dios sigue obrando. Nuestra tarea es confiar y esperar en su tiempo perfecto.
Conclusión
Génesis 15 nos enseña que la fe en Dios es el fundamento de una vida victoriosa. Dios cumple lo que promete, sella sus pactos con fidelidad y nos da seguridad en la espera. Como Abraham, debemos confiar en que Dios tiene el control y su palabra nunca falla.