Muchas veces pensamos que Dios se demora en responder o actuar. Sin embargo, este versículo nos revela una verdad crucial: Su aparente demora tiene un propósito redentor.
En este bosquejo exploraremos tres aspectos de la paciencia de Dios y su deseo de que todos alcancen la salvación.
I. La Promesa de Dios es Fiel y Segura
Números 23:19 "Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Acaso dice y no hace? ¿Habla y no cumple?" Dios no es como los humanos que prometen y fallan. Su fidelidad garantiza que Su plan de redención se cumplirá en Su tiempo perfecto.
Él prometió el regreso de Cristo (2 Pedro 3:10) y esa promesa se cumplirá.
Confía en la fidelidad de Dios. Aunque parezca que tarda, Su tiempo es perfecto.
II. La Paciencia de Dios es una Muestra de Su Amor
Romanos 2:4 "¿O desprecias las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que su bondad te guía al arrepentimiento?" Dios no desea la destrucción de nadie; Su paciencia refleja Su amor y Su deseo de que todos se arrepientan.
Su demora no es indiferencia, sino una oportunidad para que más personas se salven.
La parábola de la higuera estéril (Lucas 13:6-9) muestra la paciencia de Dios, quien da tiempo para producir fruto.
No abuses de la paciencia de Dios. Aprovecha el tiempo que Él te da para arrepentirte y acercarte más a Él.
III. El Deseo de Dios es la Salvación de Todos
1 Timoteo 2:4 "Él quiere que todos sean salvos y lleguen al conocimiento de la verdad." La voluntad de Dios es inclusiva: nadie está fuera del alcance de Su gracia. Sin embargo, respeta la libertad humana; cada persona debe decidir arrepentirse y aceptar Su salvación.
La salvación ofrecida al ladrón en la cruz (Lucas 23:39-43). A pesar de su pasado, fue recibido por Cristo en Su reino.
Comparte el mensaje del evangelio. Dios nos llama a ser instrumentos para que otros conozcan Su plan de salvación.
Conclusión
La aparente demora de Dios no es olvido, sino una muestra de Su amor y paciencia. Él desea que todos se arrepientan y sean salvos.