Esperando con fe

 Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.Salmos 40:1

I. La espera paciente es una expresión de fe


Espera en Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera en Jehová. Salmos 27:14


  • La paciencia no es pasividad, es confianza activa en que Dios obrará a su tiempo.


  • La fe madura cuando aprendemos a esperar sin desesperar.


  • Esperar en Dios nos fortalece y nos moldea espiritualmente.


II. Dios se inclina al que clama con humildad


Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu. Salmos 34:18


  • Dios no es indiferente al sufrimiento de sus hijos; Él se inclina, se acerca.


  • Nuestra oración sincera y humilde atrae su compasión.


  • Su cercanía es un consuelo real en tiempos de dolor.


III. Dios escucha y responde al clamor


Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3

  • No hay oración ignorada por Dios; cada clamor llega a su oído.

  • Su respuesta puede no ser inmediata, pero siempre es perfecta.

  • Él responde con sabiduría, amor y propósito eterno.


IV. La intervención de Dios transforma nuestra situación


Me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Salmos 40:2


  • Dios no solo escucha, actúa con poder.


  • De la desesperación, nos lleva a la estabilidad.


  • Su obra en nuestra vida es restauradora y firme.


Conclusión


La vida del creyente está marcada por momentos de espera, pero nunca estamos solos. Salmos 40:1 nos recuerda que Dios escucha, se inclina, y actúa a favor de quienes esperan en Él con fe. Que en medio de cualquier circunstancia, podamos aferrarnos a esta verdad: Dios oye, responde y transforma. ¡Vale la pena esperar en Él!