La justicia de Dios y el llamado al arrepentimiento personal.

Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte. Proverbios 14:12.

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. Mateo 7:13,14

Ezequiel 18:23-32

1. Dios no se complace en la muerte del impío Ezequiel 18:23 "¿Acaso quiero yo la muerte del impío? —declara el Señor Dios—. ¿No quiero más bien que se vuelva de sus caminos y viva?" Dios expresa que su voluntad no es destruir al impío, sino darle oportunidad para arrepentirse. La justicia divina no busca el castigo, sino la restauración. 1 Timoteo 2:4: "El cual quiere que todos los hombres sean salvos y lleguen al conocimiento de la verdad." 2 Pedro 3:9: "El Señor [...] no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento."

2. La responsabilidad personal de los actos Ezequiel 18:24 "Pero si el justo se aparta de su justicia y comete iniquidad, y hace conforme a todas las abominaciones que el impío hace, ¿vivirá él?" El comportamiento personal es lo que cuenta para el juicio de Dios. Cada uno será juzgado por sus propios actos, ya sea que se desvíe del camino justo o se arrepienta de la maldad. Romanos 2:6: "Él pagará a cada uno conforme a lo que haya hecho." Gálatas 6:7: "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará."

3. La justicia de Dios no es injusta Ezequiel 18:25-29 "Pero vosotros decís: No es recto el camino del Señor. Oíd ahora, casa de Israel: ¿Acaso no es recto mi camino? ¿No son vuestros caminos los torcidos?" Algunos en Israel acusan a Dios de ser injusto en sus juicios, pero Dios aclara que es el pecado del hombre el que desvía la rectitud. Dios es siempre justo y fiel a sus principios. Deuteronomio 32:4: "Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él." Salmo 145:17: "Justo es el Señor en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras."

4. El llamado al arrepentimiento Ezequiel 18:30-31"Por tanto, os juzgaré, casa de Israel, a cada uno conforme a su conducta —declara el Señor Dios—. Convertíos y apartaos de todas vuestras transgresiones, para que la iniquidad no sea vuestra ruina." Dios ofrece la oportunidad de arrepentimiento a cada persona. El arrepentimiento es necesario para que el pecado no destruya la vida de una persona, y Dios invita a cada individuo a un cambio genuino de corazón. Isaías 1:18: "Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos." Hechos 3:19: "Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados."

5. La vida en el arrepentimiento Ezequiel 18:32 "Porque no me complazco en la muerte de nadie —declara el Señor Dios—. Arrepentíos y vivid." Dios reitera su deseo de que nadie perezca. La muerte espiritual es el resultado de la separación de Dios, pero el arrepentimiento lleva a la vida eterna. Juan 3:16: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."Ezequiel 33:11: "Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva."

Conclusión:

Dios es justo y misericordioso. Su deseo no es el castigo, sino la restauración de cada persona a través del arrepentimiento. Cada uno tiene la responsabilidad de sus propios actos, y Dios ofrece la oportunidad de regresar a Él para encontrar vida. La invitación es clara: arrepentirse y vivir. ¿Qué fruto teníais entonces en aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de esas cosas es la muerte.Romanos 6:21 RVR1960

¿Y cuál fue la consecuencia? Que ahora están avergonzados de las cosas que solían hacer, cosas que terminan en la condenación eterna; Romanos 6:21 NTV