Romanos 12:12: “Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración”.
Romanos 12:12 es una exhortación clara y práctica para la vida del creyente, invitándonos a mantener una actitud espiritual sólida frente a los retos de la vida cristiana. Este versículo nos presenta tres actitudes clave: esperanza, paciencia y oración.
1. Gozosos en la Esperanza
La esperanza cristiana no es solo un deseo de cosas mejores, sino una seguridad basada en las promesas de Dios. Nos gozamos no en las circunstancias actuales, sino en lo que sabemos que vendrá: la salvación plena en Cristo y la vida eterna.
Romanos 5:2-5: “Nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios... la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza...”. La esperanza no es una emoción pasajera, sino una convicción que nos sostiene y fortalece aun en medio de pruebas.
Tito 2:13: “Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”.
Nuestra alegría se basa en la expectativa de la segunda venida de Cristo y en su reino venidero.
2. Sufridos en la Tribulación
Ser “sufridos” significa soportar con paciencia los tiempos de prueba. La tribulación es una realidad en la vida cristiana, pero a través de la paciencia, nuestro carácter es refinado.
Santiago 1:2-4: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas...”.Las pruebas son un medio por el cual Dios moldea nuestra fe y produce madurez espiritual.
Juan 16:33: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”.Jesús mismo nos advirtió de las dificultades, pero también nos dio la promesa de victoria en Él.
3. Constantes en la Oración
La oración no debe ser esporádica o solo cuando tenemos problemas, sino constante, como un estilo de vida. Es a través de la oración que mantenemos una comunión cercana con Dios y encontramos fortaleza en todas las circunstancias.
1 Tesalonicenses 5:17: “Orad sin cesar”.Reflexión: La oración es el medio por el cual traemos nuestras preocupaciones, gozos y luchas delante de Dios continuamente.
Filipenses 4:6-7: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego...”.Reflexión: A través de la oración, experimentamos la paz que sobrepasa todo entendimiento, independientemente de las circunstancias.
Conclusión
Romanos 12:12 nos invita a vivir una vida marcada por la esperanza en Cristo, la paciencia en las dificultades y la constancia en la oración. Estas actitudes son un reflejo de una fe madura, que descansa en la obra redentora de Dios y en sus promesas futuras.