Descansando en el Cuidado de Dios

Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 1 Pedro 5:7

Introducción:


Vivimos en un mundo donde la ansiedad y las cargas parecen crecer cada día. Sin embargo, Dios nos invita a poner nuestras preocupaciones en Sus manos. Este pasaje nos recuerda que no estamos solos ni olvidados. Él cuida de nosotros. Aprendamos cómo vivir una vida confiada, descansando en el cuidado perfecto de nuestro Señor.


1. Dios nos invita a entregar nuestras cargas


1 Pedro 5:7


  • Salmo 55:22 “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo.”


  • Mateo 11:28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”


Dios no desea que carguemos solos con nuestras ansiedades. Nos llama activamente a entregárselas. No se trata solo de una opción, sino de un acto de obediencia y confianza.


2. Él se interesa profundamente por nosotros


1 Pedro 5:7 (última parte)


  • Salmo 34:15 “Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos.”


  • Mateo 10:29-31 “Así que no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.”


Dios no es indiferente a nuestras luchas. Su amor es personal y cuidadoso. Saber que Él cuida de nosotros debe traer paz al corazón y seguridad al alma.


3. La ansiedad es una carga que debemos soltar con fe


  • Filipenses 4:6-7 “Por nada estéis afanosos... y la paz de Dios... guardará vuestros corazones.”


  • Isaías 26:3  “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera.”


La ansiedad es real, pero no es nuestro destino. Liberarnos de ella requiere fe activa: confiar en las promesas de Dios, orar, y perseverar en Su Palabra.


4. La humildad es clave para depender de Dios


Apoyo (versículo anterior):


  • 1 Pedro 5:6  “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo.”


  • Proverbios 3:5-6 “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.”


Reconocer que necesitamos la ayuda de Dios es un acto de humildad. Soltar el control humano y confiar en Su poder abre la puerta a Su intervención sobrenatural.


Conclusión:


El corazón que se humilla ante Dios, reconoce sus límites y entrega sus ansiedades al Señor, vivirá en paz. Él cuida de ti, y nada escapa de Su atención. No fuiste creado para vivir cargado, sino para confiar plenamente en un Padre que nunca falla. Hoy es el día para soltar tus preocupaciones y descansar en su perfecto cuidado.