Buscad siempre su rostro

1 Crónicas 16:11 “Buscad a Jehová y su poder; buscad su rostro continuamente.”

Introducción:

En este pasaje, el rey David dirige una alabanza al Señor al trasladar el arca del pacto. En medio de su cántico, da una instrucción fundamental para la vida espiritual: buscar al Señor y depender de Su poder. Esta es una clave para experimentar la plenitud de Dios en nuestra vida diaria. Este llamado no es ocasional, sino continuo.

1. Buscar a Jehová: una acción de devoción diaria

  • Deuteronomio 4:29 “Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.”

  • Buscar a Dios implica prioridad y entrega total.

  • No es un acto religioso superficial, sino una relación íntima con el Creador.

  • Dios promete dejarse encontrar por los que lo buscan sinceramente.

2. Buscar su poder: reconocer nuestra necesidad de Él

  • Isaías 40:29 “Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.”

  • Nuestra fuerza es limitada, pero el poder de Dios es infinito.

  • Buscar Su poder es un acto de humildad y dependencia.

  • Nos capacita para resistir pruebas y cumplir Su propósito.


3. Buscar su rostro: desear Su presencia más que sus bendiciones
  • Salmo 27:8 “Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová.”

  • Buscar el rostro de Dios es buscar quién es Él, no solo lo que puede dar.

  • Es vivir con un anhelo constante por Su compañía y guía.

  • Su rostro representa Su favor, amor y dirección.

4. Buscarlo continuamente: una actitud de vida, no solo de emergencia

  • 1 Tesalonicenses 5:17  “Orad sin cesar.”

  • No se trata de momentos esporádicos, sino de una comunión constante.

  • Dios desea caminar con nosotros todos los días, en todo momento.

  • Perseverar en buscarlo nos mantiene espiritualmente firmes y sensibles a Su voz.

Conclusión:

Dios está dispuesto a encontrarse con quienes lo buscan con sinceridad. Buscar a Jehová, su poder y su rostro debe ser nuestra prioridad diaria. Esto nos fortalece, nos transforma y nos llena de paz. No es una carga, sino un privilegio vivir en comunión con Él. ¿Estás buscando a Dios de todo corazón? Hoy es el mejor día para empezar de nuevo.