Introducción
Lucas 1:35 nos introduce a uno de los misterios más profundos de la fe cristiana: la concepción divina de Jesús. Este acto sobrenatural revela la participación del Espíritu Santo y la soberanía de Dios en el plan de salvación.
Propósito: Reflexionar sobre cómo el poder de Dios se manifiesta en lo imposible y cómo este evento impacta nuestra vida espiritual.
I. El Espíritu Santo y la intervención divina "El Espíritu Santo vendrá sobre ti..."
1. El Espíritu Santo como agente de creación:
Génesis 1:2: El Espíritu se movía sobre la faz de las aguas, participando en la creación.
Mateo 1:20: El ángel le explica a José que lo concebido en María es obra del Espíritu Santo.
Aplicación: Dios es capaz de crear vida y transformar situaciones que parecen imposibles.
2. El poder del Espíritu en la vida del creyente:
Hechos 1:8: "Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo."
Romanos 8:11: El mismo Espíritu que resucitó a Jesús mora en los creyentes.
Aplicación: Así como María fue capacitada para llevar a cabo el plan divino, los creyentes son equipados por el Espíritu
II. El poder del Altísimo cubriendo con su sombra "...y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra..."
1. La presencia de Dios simbolizada en la sombra:
Éxodo 40:34-35: La nube cubría el tabernáculo como señal de la gloria de Dios.
Salmo 91:1: "El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente."
Aplicación: La sombra de Dios no solo protege, sino que también habilita para cumplir su propósito.
2. El poder que habilita lo imposible:
Jeremías 32:17: "Nada hay imposible para ti."
Lucas 1:37: "Porque nada hay imposible para Dios."
Aplicación: Cuando estamos bajo la cobertura de Dios, Él hace lo imposible en nuestras vidas.
III. Jesús, el Hijo de Dios, enviado al mundo "...el Santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios."
1. Jesús como el Hijo de Dios:
Juan 1:14: "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros."
Colosenses 1:15-17: Jesús es la imagen del Dios invisible, preeminente en toda la creación.
Aplicación: La encarnación de Jesús nos invita a reconocerlo como Señor y Salvador.
2. El propósito de su venida:
Juan 3:16-17: Jesús vino al mundo para salvarlo, no para condenarlo.
Isaías 9:6: "Un niño nos es nacido, hijo nos es dado..."
Aplicación: La venida de Jesús es una muestra del amor de Dios por la humanidad.
Conclusión
Lucas 1:35 es una poderosa demostración de la soberanía y el poder de Dios. Nos recuerda que Él actúa en maneras sobrenaturales para cumplir su plan de salvación. Así como María fue escogida y capacitada, nosotros también somos llamados a participar en sus propósitos, confiando en que el Espíritu Santo nos guía y nos fortalece.